Mal. No hay por donde. Tampoco esperaba la revelación del año, pero por lo menos me había preparado psicológicamente para luchas sangrientas y patadas tipo Van Damme, pero de eso nada. La acción se reduce a Lucy Liu sacándose la blusa. Lo cual tampoco es tan emocionante como suena. Todo empieza con una escena pseudo-lésbica entre Sadie Blake (Liu) y Collete (Cameron Richardson), una dama de compañía que la china se levanta en un bar. Lejos, lo único bueno de la película. Y eso que no dura más de tres minutos. Y a Lucy Liu se le ocurre que justo aquí, mejor no se saca la blusa.
Suguiendo con la "trama", parece que Sadie escribió un artículo sobre vampiros muy revelador y entonces viene drácula y la rapta para violarla y matarla (y digo parece, porque se habla del artículo tan poco y tan vagamente, que por lo visto se olvidaron que es lo que gatilla toda la "acción"). Pero Sadie, que es muy fuerte y ama tanto a la vida (esto hay que adivinarlo), en lugar de convertirse en cadáver se convierte en vampiro. Después de desayunarse el brazo de un vagabundo y vomitarlo en el patio de atrás (suena bien, pero es demasiado asqueroso para ser divertido), de pronto aparece en México con un Van Helsing latino de nombre Arturo en plan Hattori Hanzo, que "le enseña el arte de matar vampiros" (esto también tenemos que adivinarlo). Lejos, la parte más ridícula de la película. Y eso sin contar que los mexicanos hablan como dominicanos. Como será de mala la peli que la vi hace dos horas y no me acuerdo como matan al malo.
La actuación de Lucy Liu es bastante mediocre. La violan, la golpean, la matan y matan a sus amigos, y ella muy tranquila haciendo un mameluco de punto cruz. Ok, está muerta, pero vamos. Puedo estar muy muerto, pero si me cuelgan desnudo de los pies goteando sangre de la yugular, por lo menos pongo cara de fastidio. El único momento que vemos alguna emoción en su rostro es cuando le muestran la cabeza de su amigo en una bolsa del súper. Hubiese sido el colmo.
El villano es una basura. El líder de los vampiros necesita mucho más que ser millonario y usar frases de Maquiavelo. Tiene que tener encanto, ser misterioso, sexy, elegante. Y James D'Arcy, con los tres pelos de barba que le acaban de salir, definitivamente no tiene nada de eso.
El mayordomo chino con su disfraz de cura da vergüenza ajena.
El único que salva es Michael Chiklis, en su papel de detective alcohólico que ha perdido a su hija en las manos del villano de turno (muy original). Patético cuando le disparan y vuelve de la muerte justo para salvar a Sadie, diciendo "tengo chaleco, viteh".
Demasiado lenta para ser una peli de vampiros, pretensiosa con su mensaje existencial. Parece que Lucy Liu se olvidó de los tres años de clases de artes marciales que tomó para Charlie's Angels, y ese villano en plena pubertad es lamentable. Bueno, tampoco pidamos mucho de alguien que hizo una película sobre serpientes en un avión.
PERO! Cameron Richardson es preciosa, se desnuda y le succiona la lengua a Lucy Liu. Vale la pena comprarse el dvd pirata para ver los primeros tres minutos. Después párenla, háganle diez copias y quemen todas en una gran hoguera.